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viernes, diciembre 16, 2011

Un banco en Cali con iniciativa femenina. Entrevista a Alicia Meneses




Centro de Cali en el año 2009

Por Ana María Gómez
Entrevista para Orientese, periódico de las comunas de Cali.

Cali es una ciudad de contrastes: veo un halcón que se posa en un chiminango y una garza morena camina entre las piedras del río Cali frente al hotel Intercontinental. En el jardín exterior del banco de la República -en el centro histórico de la ciudad - dos colibríes están libando la miel de las flores en una tarde de martes. Mientras en el corregimiento de Navarro hay altos índices de contaminación por causa del Basuro clausurado al fin.

"Los niños de mi barrio caminan y hablan más ligero que los de otros barrios. El polvo cría niños más avispados". Me dice María mientras me indica cual ruta de bus debo tomar para regresar a Miraflores. Estoy un poco perdida en Marroquín, Distrito de Aguablanca- después de mi visita para entrevistar a Alicia Meneses asesora del fondo de Microcrédito Semilla de mostaza, primer banco en Cali con iniciativa femenina que usa el modelo del Gremeen Bank o banco de los pobres. Ellas recibieron la visita de Muhammad Yunus el 6 de octubre de 2006, una semana antes de ganar el premio Nobel de Paz. Sí, el mismo que acaba de hablar con el Presidente Álvaro Uribe para abrir el primer banco de los pobres en Colombia, entidad de microcrédito que se convirtió en modelo global. Bueno será el segundo, pero el primero con aval del señor presidente y del grupo Aval, que es más importante.


Orientese. ¿Cómo comenzó esta iniciativa?

Alicia Meneses
imagen tomada del blog mujeres unidas
AMeneses. Comenzamos haciendo cadenas de ahorro en el barrio, con las mujeres que asistían a las clases que impartía la fundación Paz y Bien dirigida por Alba Stella Barreto. Eran clases de artesanías, de panadería, de costura, pero siempre llevaban un fondo de educación más profunda, se orientaba a las mujeres para que no se dejaran maltratar por sus parejas, para que les dieran buen trato a los hijos, algo de derechos humanos y así. Los grupos estaban formados siempre por mujeres, aunque invitábamos a los hombres, ellos no asistían, pero les daban permiso a sus mujeres para ir. Alguna propuso una cadena de ahorro, eso funciona así: cada persona da una suma de dinero fijo y se le entrega a alguien del grupo, y va girando y girando hasta que le llega a la persona inicial. No se da interés pero se tiene el dinero completo para algo especial como compra de mercancía, regalo del cumpleaños, fiesta de la primera comunión, así. Luego al ver que eran tantas y tantas nos pusimos a buscar literatura y así aprendimos.


Orientese. ¿Literatura? ¿Cómo es eso?

AMeneses. Buscamos en Internet y vimos el método del señor Yunus, lo estudiamos y poco a poco lo aplicamos aquí en el barrio. Tenemos nuestras propias 18 reglas, las acordamos entre todas. Las reglas son un manual de comportamiento para buen trato en la familia, la comunidad y el medio ambiente. Se forman grupos de cinco mujeres de determinada profesión, se presta una suma de dinero que todas las mujeres cuidan, es para el negocio, pagan los intereses cumplidamente cada semana y luego el capital se devuelve. La garantía es el mismo grupo. Se demostró que la mujer invierte el 100% del dinero que recibe en su negocio. Los hombres, y no es por decirlo, invierten en sí mismos, diversión un 20% y reinvierten el 80% (datos de 2006), así que no se garantiza la devolución de la suma inicial y menos el pago de intereses.

Orientese. ¿Cómo fue la visita de Yunus?

AMeneses. Nosotras trabajábamos con el fondo semilla de mostaza y una doctora envió la idea como un proyecto a Estados Unidos, les gustó tanto que nos invitaron a Nueva York allá hablamos frente a una cantidad de personas contando cómo funcionaba nuestro fondo, de ellos le escribieron al señor Yunus y él nos quiso conocer. Cuando vino a Colombia, en octubre de 2006, primero fue a Bogotá, luego estuvo en Cali, pero cuando lo trajeron al Distrito dijo: "Este es mi mundo, me siento en mi barrio" y nos abrazaba, nos tomamos fotos con él. Aquí hay una: me muestra una fotografía en la pared donde aparece Yunus, sonriente con Alba Stella Barreto y el aviso del Fondo semilla de mostaza en el mismo local sencillo en el que ahora la entrevisto.

Cuando nos enteramos de que él se ganó el premio Nobel hicimos mucha bulla, gritamos, brincamos, y para la entrega del premio nos reunimos en el salón grande de la asociación pusimos televisión para verlo en directo con todas las mujeres y cuando dijo por el micrófono: "Saludo a las mujeres valientes de Aguablanca Colombia" todas lloramos, porque lo conocíamos y sabíamos que él era nuestro amigo y nos reconocía a través del mundo. Fue lo mejor que nos pasó. Era un jueves, en diciembre del año 2006.

Mientras camino a la fundación bajo el cielo azul lleno de nubes blancas y rosadas –con el casete de la entrevista en el bolsillo–, me digo que esta ciudad todavía tiene esperanzas.

Publicado en Orientese formato de papel
Publicado en siete ríos la voz de las comunas de Cali el martes 11 de agosto de 2009
http://siete-rioscali.blogspot.com/2009/08/cali-es-una-ciudad-de-contrastes-veo-un.html

Más datos:

Perfil Alicia Meneses click aquí

 "El microcédito necesita una gran pedagogía", leer el artículo Click aquí

Alba Stella Barreto, la monja y el sueño de un banco para los pobres, leer el artículo click aquí

Muhammad Yunus en su primera visita a Cali: click aquí


martes, agosto 03, 2010

Simposio Internacional de Microfinanzas y Construcción de Paz, Santiago de Cali, Colombia


22 enero de 2009


Elpais.com.co 

Microcréditos: una opción para construir la paz 

La presidenta del Consejo Directivo de Alvaralice, María Eugenia Garcés, ofreció una conferencia donde mostró experiencias globales que han permitido a familias iniciar procesos de autogestión para generar sus propios ingresos. 

Garcés habló de las microfinanzas como un instrumento idóneo para democratizar el acceso a los recursos que tienen derecho las poblaciones vulnerables. 

A su turno, la presidenta ejecutiva de Acción Internacional, María Otero, empezó su intervención diciendo que "muchas piezas tienen que juntarse para lograr la construcción de paz" y se preguntó: ¿qué importancia tienen las microfinanzas para la resolución de conflictos? 

Otero aseguró que las microfinanzas impulsan el espíritu emprendedor de las personas y constituyen una opción viable de empleo. Agregó que "pueden jugar un papel importante en un proceso de paz, por lo cual es necesario llegar a las personas de manera sostenible y financieramente viable". 

Por su parte, Enrique García, presidente de la CAF, (Venezuela), empezó su intervención diciendo que América Latina es una región que tiene un alto índice de desigualdad. "Si bien hemos mejorado en la reducción de la pobreza, uno de cada tres latinos vive con 3 dólares al día". 

García argumentó que las microfinanzas son un instrumento, pero que no resolverán los problemas del mundo. Sin embargo, "son útiles para luchar contra la exclusión social, reduciendo la pobreza". De igual forma, precisó que es fundamental el acceso a la educación en el ámbito rural. 

Narró, al auditorio asistente al Simposio, una experiencia que vivió en Cali. Conoció a dos señoras que viven en una zona de conflicto y que gracias al apoyo de la Fundación Carvajal están transformando su vida produciendo carteras desde su casa. 

Dijo que "para incluir agentes de menores recursos a la sociedad, la solución no es dar dinero, sino garantizar el acceso a los servicios financieros". 

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, presente también en el encuentro, empezó por destacar que donde quiera que va se encuentra a un colombiano emprendedor. Y agregó que aunque se habla de microfinanzas, "aún es mínimo su impacto". 

Alicia Meneses, microempresaria del Distrito de Aguablanca, sorprendió a los asistentes del Simposio narrando su historia personal. 

Meneses empezó con un negocio de fritanga que fue creciendo con el paso del tiempo y relató que acudió a muchas entidades y organizaciones para buscar apoyo. 







Sin embargo, aseguró que cayó en el flagelo del 'gota a gota', porque en una entidad financiera le pedían muchos documentos, lo que la llevó a la quiebra y a pasar de ser dueña a empleada de su propio negocio. 

Decidió entonces acudir a un microcrédito en una entidad y logró levantar su negocio, hoy convertido en un restaurante de comidas rápidas. Concluyó diciendo que "hay analfabetismo en el tema de la economía" y llamó al pueblo colombiano a hacer una verdadera "revolución social". 

Según Alicia, "la idea es que la banca llegue hasta los pobres con facilidades de acceso". 

Retos y oportunidades de las microfinanzas 

El director de Microfinanzas y Desarrollo Económico de Estados Unidos, Richard Schroeder, hizo un recuento histórico de cómo los microcréditos ayudaron a recuperar la confianza entre unos y otros en la posguerra de Kosovo. 

"El comercio es una forma de que la gente deje a un lado las diferencias", apuntó el Schroeder. 

A su turno Peter Kooi, director de Acleda Bank, habló de las oportunidades en situación de postconflicto acudiendo al ejemplo de los 16 años de guerra en Cambodia. 

"Cuando se firmó el acuerdo de paz, hubo muchas donaciones y teníamos recursos. Había entorno positivo porque la gente podía establecer microempresas sin problemas", aseguró. 

Agregó, además, que en Cambodia no fue fácil llevar a las personas al ahorro. "Tuvimos que tomar medidas como distribuir tarjetas gratuitas para empezar a incluir a la gente al sistema financiero". 

Otro de los presentes fue el ex alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, quien aseguró que la violencia es sinónimo de construcción, "porque en medio de ese panorama se resuelven cosas y se encuentran oportunidades sociales". 

Por eso, el ex alcalde de la capital antioqueña considera fundamental que el conocimiento sea transformado en actividad productiva, acercándose hasta los barrios y hasta los lugares donde está la informalidad y los focos de violencia. 

"Tenemos que llegar a las comunidades donde está la mayor desesperanza. Hay que crear red de microcrédito... Tocar puerta a puerta y hacer tarea pedagógica explicando cómo funciona. Cuando las oportunidades llegan a la comunidad, hay un proceso de transformación", concluyó Fajardo. 

Liberia, Nepal y Kosovo contaron sus experiencias 

Para William N. Massaquoi, especialista en el tema de las microfinanzas en Liberia, la posibilidad de acceder a un crédito trajo alivio a la población de ese país, con una tasa de desempleo del 85% y con el antecedente de una guerra en el año 1989. 

Explicó, que anteriormente Liberia usaba el sistema del 'gota a gota'; las mejores experiencias en microfinanzas empezaron en 1994. 

“Es un país donde nunca ha habido empleo y hay carencia de servicios básicos como la educación y la salud, factores que lo llevaron a la guerra. No había que comer, entonces el hecho de poder acceder al crédito para mejorar dicha situación fue un alivio. Sin duda, el microcrédito ayuda a la construcción de paz”, precisó Massaquoi. 

La experiencia en Nepal también puede considerarse exitosa. Prakash Raj Sharma es gerente general del Nirdhan Utthan Bank Limited, institución líder en microfinanza en ese país con más de 100.000 clientes. 

“En el año 2000, los maoístas intentaron destruir el sistema financiero y trataron de saquear las cajas y cerrar las sucursales. Nosotros desarrollamos un sistema nuevo y trabajamos con un modelo basado en la comunidad”, precisó Sharma. 




Edición del artículo publicado en elpais.com.co http://historico.elpais.com.co/paisonline/notas/Enero222009/cumbrem.html





viernes, diciembre 19, 2008

Primera visita de M. Yunus a Cali

Microcrédito 
“Es posible dar crédito a los más pobres” 



Muhammad Yunus visitó el jarillón del río Cauca, donde opera el Fondo de Microcrédito Semillero de Mostaza, entidad que recibe asistencia técnica del Grameen Bank.
Ernesto Guzmán I El País
En una charla en la Universidad Javeriana, el fundador del Grameen Bank sostuvo que se necesita un cambio de cultura, pues los pobres necesitan mucho más que plata. “Debemos creer en la capacidad que tiene toda persona para cambiar su propia vida”, aseguró.

“El paradigma de que sólo es rentable prestar dinero a los ricos y no a los pobres debe ser revaluado. Contrario a lo que se piensa, los pobres sí pagan sus deudas. Si las personas pagan y se cubren los costos, es posible tener un negocio bancario en el que se le ayude a la gente más necesitada”.

Ese fue el mensaje que entregó ayer a los vallecaucanos el profesor Muhammad Yunus, fundador del Grameen Bank - reconocido mundialmente como el ‘banco de los pobres’ -, durante su intervención en la Primera Cumbre de Emprendimiento y Microfinanciación: Colombia Desafia la Pobreza, que culminó ayer en la Universidad Javeriana.

Frente a un auditorio repleto de empresarios, académicos, estudiantes, trabajadores sociales y ciudadanos del común, entre otros, Yunus explicó las bases de lo que debe ser un modelo exitoso de microfinanzas como el que ha aplicado Grameen Bank en el mundo.

Yunus aseguró que más que un sistema de entrega de créditos a los pobres, lo que se debe gestar es una transformación en la cultura y en el pensamiento empresarial.

“No es la plata lo que cambia a la gente, es el talento de su propio trabajo el que le permite superarse. La idea es ayudar a las personas a descubrir para qué son talentosas. Todos los seres humanos tienen mucha energía para hacer cosas, pero el sistema y las instituciones que hemos creado no dejan que la gente demuestre de lo que es capaz”, afirmó.

Por otro lado se deben “crear empresas y negocios orientadas a lo social, y no a hacer dinero”. “El objetivo es ayudar a la gente a salir de la pobreza. Si se trata de hacer un negocio con utilidad, eso es exactamente lo que están haciendo los prestamistas en este momento, quienes terminan tomando control de la vida de las personas a través de préstamos y pago de intereses elevados”, dijo.

INTERESES. Yunus dejó en claro que en un modelo de financiación para los pobres los intereses no tienen que ser elevados y por ello no se requiere de controles como la fijación de una tasa de usura.

“Lo que hay que preguntarse es cuál es el verdadero interés en prestar dinero a la gente. Si el interés es hacer utilidad, entonces claro que las tasas de interés bajas y los techos a las tasas de interés se convierten en un problema. Para nosotros no es un problema, porque lo único que queremos es cubrir costos, así que podemos mantener los intereses a un nivel razonable”.

El creador del Grameen Bank sostuvo también que para combatir la pobreza hay que aplicar principios radicalmente distintos a los de la banca tradicional.

En el modelo Grameen, creado por Yunus en Bangladesh, si la persona es pobre, no tiene dinero, ni ninguna clase de negocio, entonces se le presta y no se le exige ningún tipo de documento legal, pues éstos lo que harían es encarecer el crédito.

Tampoco se necesitan garantías, ni existe solidaridad, ni responsabilidad compartida. Las personas son individualmente responsables y si ellas no pagan nadie asume esa responsabilidad. Aún así, no existe el problema de que no cancelen, pues siempre pagan. “El 99% paga a tiempo y el 1% paga un poco tarde, pero termina pagando”, afirmó.

En pocas palabras
“La pobreza no es creada por los pobres, no es su culpa; la creamos nosotros con las instituciones y políticas que hemos adoptado”. Muhammad Yunus, fundador de Grameen Bank.
El 67% de los depósitos del banco son ahorros de los mismos prestatarios, y esos depósitos son la base de los préstamos.

Yunus sostiene que las personas no tienen por qué venir al banco, es el banco el que debe ir a las personas para preguntarles si necesitan dinero.

El Grameen Bank es de propiedad de los mismos prestatarios, muchos de ellos mujeres analfabetas, y son ellos los que toman las decisiones.

El banco le da prioridad al sexo femenino. El 96% de sus clientes son mujeres, pues ellas están acostumbradas a hacer rendir los pocos recursos que tienen y el impacto que generan sobre el hogar es inmediato y mucho mayor al que podrían generar los hombres.

Además de los préstamos, Grameen Bank entrega cada año 28.000 becas para los hijos de las beneficiarias.

“El resultado ha sido que los hijos de padres analfabetas van al colegio, a la universidad y algunos incluso hacen Ph.D. De esta manera se está construyendo una nueva segunda generación con educación y empleo”, explicó el académico.

“Si se quiere eliminar la pobreza se tienen que cambiar las instituciones, los paradigmas, el sistema. De lo que se trata es de volver a soñar y hacer que los sueños sean una realidad”.

Compromisos para mejorar

El modelo creado por Yunus lleva a las personas pobres a tomar acciones para elevar su nivel de calidad de vida.

Quienes aspiran a ser beneficiarios del Grameen Bank deben suscribir una serie de compromisos para mejorar su bienestar personal, el de sus familias y el de la comunidad en que residen. Se trata de 16 decisiones que las mismas mujeres de Bangladesh establecieron. Entre ellas figuran:

- Disciplina, coraje, unidad y trabajo duro

- Prosperidad para la familia.

- No vivir en casas desbaratadas. Repararlas y construir casas nuevas cuando sea necesario.

- Sembrar vegetales todo el año. Comer bastantes vegetales y el resto venderlo en el mercado. Durante las estaciones de sembrado se debe cultivar lo que más se pueda.

- Las familias deben permanecer pequeñas y educar a los hijos.

- Mantener a los hijos y al medio ambiente limpio.

- Construir y usar letrinas.

- Hervir el agua y filtrarla.

- Siempre ayudarse mutuamente.



Publicado en Elpaiscali http://www.elpais.com.co/elpais/ediciones.php?p=oct062006