Nos fuimos por un tiempo de la bella sultana del Valle, y nos dirigimos al sur de Colombia, para recorrer bellezas naturales aún por descubrir.
Arribando a la muy hidalga y noble ciudad de Popayán, me sumerjo en el río Cauca joven, angosto, de color café brillante y muy limpio; nada que ver como lo apreciamos en Cali.
Despedimos a la capital caucana, girando a la izquierda, para adentrarnos al liberador y solitario Páramo de Paraca, con su valle del Paletará; 2 horas de silencios encontrados, patos rojizos y azules, frailejones y un plato exquisito llamado trucha ahumada.
San José de Isnos, Pitalito, Timaná: tierras laboyanas de la Cacica La Gaitana, nos indican que estamos en el departamento del Huila; donde el río Magdalena no se imagina lo inmenso que será en su desembocadura en Bocas de Ceniza, luego de recorrer el país.
Por una buena vía, partimos de Suaza-Huila; donde hay una vereda llamada Brasil…ohhh…sorpresa mágica evocando el mundial de fútbol 2014, pero aterrizo mis pensamientos y diviso la belleza de paisaje donde el sombrero suazeño y los ricos dulces de la región antojan.
Un bosque de niebla nos da la bienvenida al Caquetá; que en otrora fuera Comisaría, luego Intendencia y ahora Departamento.
Llegamos a Florencia, capital del Caquetá y llamada "Puerta de Oro de la Amazonía Colombiana", con un calor de 40 grados de temperatura y donde termina la cordillera oriental.
Luego vienen los llanos del Yarí y el verde limón se nota en esta tierra ganadera por excelencia.
Los ríos son inmensos, caudalosos y muy limpios, podemos ver los peces al fondo de sus aguas cristalinas. Los mejores a mi sentir: Fragua, Bodoquero, Hacha, Yarí, Orteguaza y por supuesto el majestuoso Caquetá.
Curillo, Solita, Solano; poblaciones rivereñas del este gran río, nos llevan a los Chorros del Araracuara y La Pedrera en Brasil: allí donde José Eustacio Rivera escribió "La Vorágine"; cuyo final dice: "Se los tragó la selva" y en esta oportunidad Yo, me tragué la selva y Lo que describe el escritor sobre la extensa manigua lo puedo palpar con mis ojos y mi alma. En territorio brasilero, el río Caquetá toma el nombre de Japurá; así se llama uno de los barrios de Florencia.
Estos nombres son indígenas, su huella estampada en tradiciones que aún alimentan esperanzas de: Andaquiés, Huitotos, Coreguajes, Macaguakes, entre otras tribus.
Gracias a la vida y la gente con quienes disfruté en este viaje lleno de selva, trochas, barro, ríos cristalinos, muchas carne, tamales, llanos, valles y el arazá; una fruta exquisita de color amarillo y olor delicioso que refresca y evoca.
Doly Enríquez
Poeta y Periodista
Cali Colombia
Her...
ResponderEliminarI can never get my mind off her,
I wonder if she'd mind if i'd,
make her my own,
and never let her go,
hug her tight,
treat her right,
act all polite,
take her on a date,
make sure i'm never late,
kiss her on her lips,
talk about our kids,
Make her feel like princess,
living in a castle,
hope that is not too much hassle,
But i am so blessed,
hope i can be the best,
hold you tight,
have your BR3A$t,
on my chest,
pass the test,
NOW YOUR MINE!