lunes, diciembre 10, 2007

Las calles

Esas tus calles
Estas mis calles.
Algunas calles.

Calles para caminarlas
trasegarlas, seguirlas
encontrarlas, desviarse.
Calles para pararse
atravesarlas, aceptarlas
sufrirlas, soportarlas
disfrutarlas, recorrerlas.

Las calles de día
llenas de autos
de pitos, de ruido, de ventas,
de gentes que caminan sin ver, ensimismadas.

Las calles con lluvia
cantarinas, evocadoras
con barquitos
y marinos de ilusión en los charcos;
con huecos, con fango, resbalosas.



Las calles de noche
silenciosas, tranquilas, serenas.
Otras polvorientas
con basura, con papeles
y trozos irreconocibles.

Algunas calles de noche
incitantes, provocadoras,
pecaminosas
que llevan a peligros desconocidos
a lugares incógnitos, insólitos,
donde rondan el ladrón y el travesti
hermanados por las sombras.

Nuestras calles
para rondarlas
a las cuatro de la mañana
con sabor a vino
y luna de queso enorme mirándonos
con faroles de vete a tu casa que ya es tarde
con rumor del río
viento fresco y cantos de pájaros
las cuatro de la mañana
aquí contigo abrazados
esperando un taxi.


Adiós amor.
Las mismas calles
ahora sin ti
sola a las nueve de la noche
esperando un taxi
para ir a casa
sola, sola.

Estas tus calles.
Esas mis calles.
Ningunas calles.



Ana María Gómez