martes, octubre 23, 2012

Una visita de William Ospina

Ana María Gómez Vélez, Rodrigo Escobar Holguín,
Martín Alvarado, William Ospina, Hugo Arciniegas,
María Mercedes Echeverri

Un poema no es más 
que la felicidad, que una conversación
 en la penumbra
Eliseo Diego

Cali, sábado 20 de septiembre de 2012

Visita de William Ospina al taller
Lo bueno de ver a William es que siempre es él mismo. Asequible, siempre está dispuesto  a contestar y a interrogar también. Su visita al taller fue como la continuación de una larga conversación de una amistad de vieja data.

Aunque el escritor premiado llegó visiblemente tarde, todo se olvidó al ver su semblante tranquilo y amable. Julio César Londoño empezó la conversación contándole que estábamos trabajando sobre crítica literaria. 
William habló de Borges, de diversos autores y regresó a Borges. "Es inevitable volver a Borges", dijo...
Luego contó: estoy leyendo de nuevo Mímesis de  Erich Auerbach. *(Mímesis de E.A. es considerado el mejor libro de crítica literaria que se ha escrito en occidente. Contempla la literatura desde Homero hasta Virginia Wolf Nota de Wikipedia...).

Luego empezaron a hablar de La Biblia, no sé cómo se metieron a ese tema... tal vez porque William dijo que  la escritura de la biblia, de todo el libro, tiene un secreto que sirve para todas las personas que escriben:  decir las cosas más sublimes e importantes de la manera más sencilla.
También dijo que Jesús siempre, en sus frases, decía cosas trascendentales y que por ello es muy difícil someterlo a las burlas...

Con respecto al proceso de paz. Dijo: "Cada época tiene sus propios desafíos éticos. Yo personalmente, como William Ospina, deseo quedarme en este país y participar en su construcción. Hacer algo para lograr que crezca, que sea mejor.
No estoy de acuerdo con la gente que se queda a vivir en Francia y siendo de Colombia, por ejemplo, dice que Colombia es un país que no tiene futuro, que no hay nada que hacer, que es mejor vivir en Europa. Y viven allí con comodidad, como si ellos hubieran contribuido de alguna manera a esa mejoría. A mí me parece mejor contribuir a la construcción de este país, hacer que las cosas vayan mejorando y participar en ello".

A la pregunta referente al libro y la literatura dijo:
Existen dos enemigos de la literatura: la academia y los editores.
El peso excesivo de la industria editorial que daña a los escritores. Hay dos tipos de escritores los que siguen la moda y los que renuevan la literatura, no importándoles demorarse más para vender sus obras.

Sobre la traducción literaria dijo:
Se trata de conocer lo que otros producen y acercarlo a nosotros. Se traduce para alimentar las propias producciones y también para mostrar el acercamiento y el extrañamiento que hay en las otras literaturas y en las otras lenguas. 

Se refirió a que quien escribe debe ser supersticioso con las palabras. Algunas palabras no se pueden decir ni escribir porque convocan ciertos miedos, ciertos asuntos que no queremos enfrentar. 
Para escribir de terror tenemos que haber estado aterrorizados, haber sentido el miedo.
Y para escribir sobre amor debimos estar enamorados... muchas veces... mmmm...

Le preguntaron por qué escribió El país de la canela y contestó: yo me fui a vivir a Francia, me sentía francés antes de llegar, pero al estar allí me di cuenta de que mis raíces estaban aquí en América y sentí una gran curiosidad por este mundo. Empecé a investigar y encontré las crónicas de un poeta que estaba echado al olvido, Juan de Castellanos y puedo decir que es un poeta porque no fue un notario, él contaba lo que sucedía y también hacia descripciones minuciosas por ejemplo de la huella que dejaban los dientes de un caimán en una canoa... 
Y así fue investigando sobre la conquista y se dio cuenta de que en esta sucedían verdaderos prodigios.

También, como buen poeta, se deja seducir por la luna y la mar... Esa parte me pareció muy emocionante. Dijo que cuando alguien te dice mira la luna llena, nadie va a contestar: "la vi el año pasado", siempre miraremos la luna y la veremos como si fuera la primera vez.


Ana María Gómez Vélez y William Ospina

Bien... gracias por la atención.
Ana María


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Qué rico las opiniones son bienvenidas.
Gracias,
Ana María - Penélope