Por Ana María Gómez Vélez
Cuando escribo estoy tranquila y siento que hablo con a una amiga, contándoles un cuento
a mis sobrinos, escribiendo una carta. Así que me dejo llevar poco a poco y
escribo. Muchas veces afloran sueños y
recuerdos. Es un ejercicio muy divertido. Que puede sorprender. Escribiendo
aprendo mucho de mí misma. Lo escribí, allí está. En este primer ejercicio no
importan mucho ni la coherencia ni la ortografía, ya más adelante después del
descanso del texto podrás corregir y mejorar cualquier error.
Si estoy escribiendo algo con lo que no me siento a gusto,
lo reviso bien. Lo que no me gusta, lo borro. Es definitivo. Volver a empezar
no es complicado. No me preocupo, la
escritura es un aprendizaje constante y cada vez voy superando etapas. Además
cada texto es único y tiene su propia manera de escribirse.
Nunca tuve el "síndrome de la hoja en blanco".
Para escribir basta empezar. Poco a poco las palabras saldrán. Las palabras nos
habitan y quieren salir a darse un paseo por nuestra vida.
Creo y siento que lo importante es leer muchos libros, de literatura,
de poesía, historia, biografías. Y practicar. Para aprender a escribir se debe
escribir. La mayoría de las veces lo que escribo lo guardo. Es conveniente
dejar descansar los textos. Así se logra
el distanciamiento y puedes corregir lo escrito de mejor manera.
Con respecto a corregir, es una tarea que nunca termina. A
veces, después de tener un texto escrito hace mucho tiempo, incluso publicado,
soy capaz de leerlo y encontrar que me gustaría corregir algo. Cambiar una palabra
por otra, quitar una coma, y así, porque
La escritura es un ejercicio minucioso elaborando el tejido de la vida.
Invitación: Este artículo hace parte del programa de radio El solar de Penélope que se transmite por la emisora La Q radiogenero.com los jueves a las 10 pm con repetición lunes 4 pm hora Colombia
y en diferido a la hora que prefieras en La página de Penélope
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Qué rico las opiniones son bienvenidas.
Gracias,
Ana María - Penélope