viernes, junio 01, 2012

Una carta para Arthur Rimbaud



Ahora que me hablas, en tus cartas del vidente, Arthur Rimbaud, te digo que siempre quise oponerme a mi destino. No quería dedicarme al arte, pero en cada momento estaba presente, caminaba y miraba las cosas de otra manera, llenaba cuadernos incontables con palabras, signos, dibujos, señalaba los lugares por donde me movía, las visitas a otras ciudades, el río, los árboles, los pájaros, allí estaban también las personas.

Pero seguía con mi pensamiento de que la ciencia estaba en mi futuro, más allá de todo lo que me convocaba hacia el arte. Aplazando, rechazando, dejando para después, o haciéndolo en paralelo hasta que entré a la universidad a estudiar química. El arte seguía allí, me vinculé al grupo de teatro y el maestro Enrique Buenaventura me decía: “te voy a sacar de química y te voy a volver teatrera”.  Pero mi negativa fue mayor así que dejé el teatro y seguí con la química, pero en mi corazón había un espacio sin llenar, y me sentía muy triste por no poder leer libros diferentes a los científicos, por no poder leer literatura ni poesía. Después estuve dedicada varios años al ejercicio de mi carrera y algo así como “por los laditos” pude leer mucho y escribir un poco.
Entonces, me di cuenta de que existía “un llamado”. Aunque me escondiera debajo de las piedras seguiría escribiendo poemas. Quemé muchísimas páginas pues soy demasiado crítica con mis propios textos. Y al final de esa búsqueda decidí que me dedicaría a las comunicaciones y desde allí seguiría leyendo. Leyendo y escribiendo.

Este es un destino al que no puedo sustraerme. Lejos de saber qué tanta poesía puede haber en los textos que tejo con cuidado en esta manta que voy hilando día a día. Sé que es mi manera de expresarme y que si solo tuviera piedras para hacerlo escribiría poemas con las piedras. Porque la poesía es una gota de agua que va besando la piedra día a día hasta que hace surcos en ella. Es un ejercicio de paciencia y de mirar las cosas, como enseñas Arthur, con unos lentes mágicos que sirven para ver lo que está escondido, lo que está debajo. Lo que no se puede ver. Ponerlo por escrito, en evidencia, o sugerirlo.  La poesía muchas veces crea imágenes que se recrean al leerlas. Tejido de sueños, tan frágil, tan sutil. 

Para mí leer, escribir dibujar, y en general el arte es el lenguaje que me permite entender el mundo.

Siento que puedo seguir adelante con este tejido, elaborando la colcha que me arropa día a día.

Gracias, Arthur por escuchar mis cuitas y algún día, si nos encontramos, te prometo una rama de veranera florecida.

Ana María




2 comentarios:

  1. Pedro Orgambide
    El escriba (fragmento)

    " Por esos días, Georgie acuñó una manera de decir que todos, también usted, han imitado con vergüenza o fervor. Sospecho que en algunos textos, él mismo se imita. Nadie puede escribir como él, después de él, la biografía imaginaria del incendiario de la biblioteca de Alejandría.Nadie, sospecho, puede transformar en literatura una simple película de gangsters. Un consejo: cuando escriba acerca de Georgie, no caiga en la tentación de imitarlo. Cuídese. Y tampoco oiga a los detractores, que afirman sin el menor pudor que si hubieran leído la Enciclopedia Británica también escribirían como él. Trate de hacer una crónica y de novelar esa crónica, que no es poco. Y, si puede, escriba de manera periodística, justo al revés de lo que se hace ahora, que los periodistas escriben como literatos. Cuente los hechos y deje que el lector saque sus conclusiones. "

    http://epdlp.com/texto.php?id2=2773
    El Poder de la Palabra
    epdlp.com

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  2. Para escribir un poema se necesita mucho más que una reflexión. Cuando se escribe un ensayo literario y se le da
    la forma de poema, eso se llama prosa fracturada.
    La poesía es diferente. El lenguaje de la poesía debe decir lo inefable.
    Decir lo deseado y sentido en palabras que dejen traslucir la idea sin decirlo de forma literal. Usar metáforas, lenguaje indirecto, crear imágenes. Decir de otra manera las cosas que sabemos.
    No por tener la forma de versos se puede decir que es un poema. De la misma manera que una cama, que solo por tener la forma de cama pueda ser una cama, puesto que si no tiene los materiales adecuados podría "lucir como una cama"
    pero nunca serlo (digamos una cama hecha con materiales frágiles), una cama necesita la fortaleza de los materiales que la componen. Si es una cama hecha con los materiales adecuados pero está mal construida tampoco funciona, dejaría a los durmientes en el piso.
    Si una persona quiere escribir poemas le aconsejaría que lea poemas, muchos poemas y que ensaye a escribir más
    mucho más, hasta que suelte la mano y encuentre su propia voz poética.
    Ana María

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Qué rico las opiniones son bienvenidas.
Gracias,
Ana María - Penélope