Eduardo Luna*
En los cuatro primeros meses del año tres escritores de fama internacional y gran talento partieron hacia el silencio y se quedaron inmortalizados en sus libros. El que más cercano sentimos, Eduardo Galeano, fué el único que no recibió el premio nobel, quizás por ser latinoamericano. Ya sabemos que la academia nobel trata a América latina y a la lengua española con desdén y desprecio. Estuve cerca de Galeano una vez que estuvo dictando una charla, en la cámara de comercio de Cali, en una gira por varias ciudades del país, acompañado por el profesor Orlando Fals Borda. Era tal el gentío, de muchachos universitarios especialmente, que no fue posible entrar al recinto. Con mis compañeros de Historia de Univalle queríamos escuchar al autor de LAS VENAS ABIERTAS DE AMERICA LATINA, libro sobre el cual discutíamos y nos deslumbraba entonces. El gran mérito del escritor uruguayo radica en que nos hizo volver a sentirnos latinoamericanos y orgullosos de serlo. Era algo que no ocurría desde José Martí. Su libro MEMORIA DEL FUEGO es mi favorito. En él encontramos una propuesta de Historia diferente, más
humana y más real. No está contada desde los próceres, sino desde los tradicionalmente silenciados y excluidos hasta hace poco, los indígenas, los negros, las mujeres, los niños, los pobres, en fin, los más vulnerables. El otro gran ausente es el escritor alemán Gunter Grass, de quien tengo las mejores referencias. Desde ya acaricio el lomo de su principal obra EL TAMBOR DE HOJALATA, cuya película no he querido ver hasta no adentrarme en el libro. Se de que trata y el tema me apasiona cuando habla de Oscar, el niño que se niega a crecer, en ese ambiente en que se cernía sobre su país la presencia sombría de la dictadura nacionalsocialista. Y finalizamos con el primero en despedirse, el poeta sueco Thomas Trantromer, que alguna vez fue reseñado por mi compañero de plenilunio Carlos Gerardo Orjuela. Los dejo con un verso del gran bardo nórdico "el camino nunca tiene fin. El horizonte se apura hacia adelante. Los pájaros sacuden el árbol. El polvo se marea en torno a las ruedas. !todas las rodantes ruedas que contradicen a la muerte"
* Poeta. Integrante de la Fundación Plenilunio grupo de poesía y arte de Cali Colombia
humana y más real. No está contada desde los próceres, sino desde los tradicionalmente silenciados y excluidos hasta hace poco, los indígenas, los negros, las mujeres, los niños, los pobres, en fin, los más vulnerables. El otro gran ausente es el escritor alemán Gunter Grass, de quien tengo las mejores referencias. Desde ya acaricio el lomo de su principal obra EL TAMBOR DE HOJALATA, cuya película no he querido ver hasta no adentrarme en el libro. Se de que trata y el tema me apasiona cuando habla de Oscar, el niño que se niega a crecer, en ese ambiente en que se cernía sobre su país la presencia sombría de la dictadura nacionalsocialista. Y finalizamos con el primero en despedirse, el poeta sueco Thomas Trantromer, que alguna vez fue reseñado por mi compañero de plenilunio Carlos Gerardo Orjuela. Los dejo con un verso del gran bardo nórdico "el camino nunca tiene fin. El horizonte se apura hacia adelante. Los pájaros sacuden el árbol. El polvo se marea en torno a las ruedas. !todas las rodantes ruedas que contradicen a la muerte"
* Poeta. Integrante de la Fundación Plenilunio grupo de poesía y arte de Cali Colombia
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Qué rico las opiniones son bienvenidas.
Gracias,
Ana María - Penélope