Eduardo Luna*
En una entrevista le preguntaban al escritor Julio César Londoño, quien es cuentista, no poeta, ni novelista, al menos hasta ahora, que habla de un sonado proyecto suyo, de escribir por fin una novela, a lo que respondió, que pues si, que en esas estaba, pues era la única forma de poder vivir económicamente de escribir. En alguna ocasión, otro columnista de EL PAÍS, el poeta caleño Jotamario Arbeláez, decía que sus finanzas no iban muy bien, por que ganaba como poeta y gastaba como novelista.
Cito estos dos ejemplos, pero podría traer a colación, otros más, que demuestran, como, lamentablemente, a juicio de los críticos literarios y de la academia en general, excepto la especializada en poesía, ésta es mirada como un género menor frente a la narrativa y no solo desde el punto de vista económico y de público. Algunos incluso dicen con desdén, que todos hemos empezado escribiendo poemas.
Si hacemos un rápido repaso a los premios nóbel de literatura, son muy pocos los ganadores, que sean solamente poetas; que recuerde, Neruda, Gabriela Mistral, Wislawa Zimborska, Aleixandre y creo que no más; casi todos, a los que se ha galardonado, son narradores. Por supuesto que hay un gran número de escritores que son narradores, es decir cuentistas y novelistas, pero también son poetas, pero pareciera, que pesara más su obra en prosa, con algunas excepciones notables, como los no ganadores Borges y Bennedetti, excelentes en prosa y verso y reconocidos ampliamente por ambas cosas.
Se da más abundantemente el caso, de los que son poetas y cuentistas a la vez, aunque un número considerable de poetas ha escrito una novela, casi siempre la única, por ejemplo José Asunción Silva con "De sobre mesa" el cual en un naufragio perdió tambien sus "cuentos negros", Carlos Castro Saavedra y la suya, titulada "Adán ceniza"; tambien entre los casos más cercanos, por solo citar autores nacionales, tenemos a Piedad Bonnet y Juan Manuel Roca; entre los latinoamericanos está el caso de el peruano César Vallejo con "Tungsteno" .
Igualmente, no es de extrañar, que escritores, mundialmente famosos por su narrativa, también hayan escrito poemas, como Herman Hesse y Ernest Hemingway, o en tiempos más recientes Paul Auster. Lo detestable de algunos escritores, que no saben nada de versos, es que consideren que es muy fácil ésta labor y pontifiquen, sobre lo que consideran buena o mala poesía, según su gusto descalificador o su ideología política.
* Poeta. Integrante de la Fundación Plenilunio grupo de poesía y arte de Cali Colombia
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Qué rico las opiniones son bienvenidas.
Gracias,
Ana María - Penélope